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sábado, 8 de noviembre de 2014

Leyes del Karma y del Dharma

Breve sinopsis

Ante todo es necesario que entendamos lo que es la palabra sánscrita Karma. No está de más aseverar que tal palabra en sí misma significa Ley de Acción y Consecuencia. Obviamente, no existe causa sin efecto, ni efecto sin causa. Cualquier acto de nuestra vida, bueno o malo tiene sus consecuencias.

Es indubitable que el Ego comete innumerables errores cuyo resultado es el dolor. Pensemos por un momento en las muchedumbres humanoides que pueblan la faz de la Tierra. Sufren lo indecible víctimas de sus propios errores; sin el Ego no tendríamos esos errores, ni tampoco sufriríamos las consecuencias de los mismos.

La Ley de Karma y Dharma está dirigida por el Jerarca Anubis y sus cuarenta y dos Jueces de la Ley.

Lo único que se requiere para tener derecho a la verdadera felicidad es ante todo no tener Ego. Ciertamente, cuando no existen dentro de nosotros los agregados psíquicos, los elementos inhumanos que nos vuelven tan horribles y malvados, no hay Karma por pagar y el resultado es la felicidad.

Cuando uno vive de acuerdo con el recto pensar, el recto sentir y el recto obrar, las consecuencias suelen ser dichosas. Desafortunadamente, el pensamiento justo, el sentimiento justo, la acción justa, etc., se hace imposible cuando una segunda naturaleza inhumana, actúa en nosotros y dentro de nosotros y a través de nosotros, aquí y ahora. Si no fuese por el mí mismo, nadie sería iracundo, nadie codiciaría los bienes ajenos, ninguno sería lujurioso, envidioso, orgulloso, perezoso, glotón, etc.

La Justicia y la Misericordia son las dos columnas torales de la Fraternidad Universal Blanca. La Justicia sin Misericordia es tiranía; la Misericordia sin Justicia es tolerancia, complacencia con el delito. En este mundo de desdichas en que nos encontramos, se hace necesario aprender a manejar nuestros propios negocios para enrumbar el barco de la existencia, a través de las diversas escalas de la vida.


El Karma es negociable y esto es algo que puede sorprender muchísimo a los secuaces de diversas escuelas ortodoxas. Ciertamente algunos pseudo-esoteristas y pseudo ocultistas se han tornado demasiado pesimistas en relación con la Ley de Acción y Consecuencia; suponen equivocadamente que ésta se desenvuelve en forma mecanicista, automática y cruel. Si la Ley de Acción y Consecuencia (Karma y Dharma), si el Némesis de la existencia no fuera negociable, entonces ¿dónde quedaría la Misericordia Divina? 

Cuando una ley inferior es transcendida por una ley superior, la ley superior lava a la ley inferior.


Haz buenas obras para que pagues tus deudas (Karma). Al León de la Ley se le combate con la Balanza. Quien tiene con qué pagar, paga y sale bien en sus negocios; quien no tiene con qué pagar, pagará con dolor.

Si en un platillo de la Balanza Cósmica, ponemos las buenas obras y en el otro las malas, es evidente que el Karma dependerá del peso de la balanza.

Si pesa más el platillo de las malas acciones, el resultado será las amarguras; sin embargo, es posible aumentar el peso de las buenas obras en el platillo del fiel de la balanza y en esta forma cancelaremos Karma sin necesidad de sufrir. Todo lo que necesitamos es hacer buenas obras para aumentar el peso en el platillo de las buenas acciones. Nunca debemos protestar contra el Karma, lo importante es saberlo negociar. 

Desgraciadamente a las gentes lo único que se les ocurre, cuando se hallan en una gran amargura, es lavarse las manos como Pilatos, decir que no han hecho nada malo, que no son culpables, que son almas justas, etc.

A los que están en miseria que revisen su conducta, que se juzguen a sí mismos, que se sienten, aunque sea por un momento, en el banquillo de los acusados, que después de un somero análisis de sí mismos, modifiquen su conducta. Si esos que se hallan sin trabajo se tornasen castos, infinitamente caritativos, apacibles, serviciales en un cien por ciento, es obvio que alterarían radicalmente la causa de su desgracia, modificando en consecuencia, el efecto. No es posible alterar un efecto si antes no se ha modificado la causa que lo produjo, pues como ya dijimos, no existe efecto sin causa ni causa sin efecto. No hay duda de que la miseria tiene sus causas en las borracheras, asqueante lujuria, en la violencia, en los adulterios, en el despilfarro y en la avaricia, etc. No es posible que alguien se encuentre en miseria cuando el Padre que está en secreto se encuentra aquí y ahora.

El Karma es una medicina que se nos aplica para nuestro propio bien. Desgraciadamente las gentes, en lugar de inclinarse reverentes ante el eterno Dios viviente, protestan, blasfeman, se justifican a sí mismos, se disculpan neciamente y se lavan las manos como Pilatos. Con tales protestas no se modifica el Karma, al contrario, se torna más duro y severo.


Reclamamos fidelidad del cónyuge cuando nosotros mismos hemos sido adúlteros en ésta o en vidas precedentes. 

Pedimos amor cuando hemos sido despiadados y crueles. Solicitamos comprensión cuando nunca hemos sabido comprender a nadie, cuando jamás hemos aprendido a ver el punto de vista ajeno.


Anhelamos dichas inmensas, cuando hemos sido siempre el origen de muchas desdichas.

Hubiéramos querido nacer en un hogar muy hermoso y con muchas comodidades, cuando no supimos en pasadas existencias brindarle a nuestros hijos hogar y belleza. Protestamos contra los insultadores cuando siempre hemos insultado a todos los que nos rodean.

Queremos que nuestros hijos nos obedezcan, cuando jamás supimos obedecer a nuestros padres.

Nos molesta terriblemente la calumnia, cuando nosotros siempre fuimos calumniadores y llenamos al mundo de dolor.

Nos fastidia la chismografía, no queremos que nadie murmure de nosotros, y sin embargo, siempre anduvimos en chismes y murmuraciones hablando mal del prójimo, mortificándole la vida a los demás. Es decir, siempre reclamamos lo que no hemos dado; en todas nuestras vidas anteriores fuimos malvados y merecemos lo peor, pero nosotros suponemos que se nos debe dar lo mejor.

Los enfermos, en vez de preocuparse tanto por sí mismos, deberían trabajar por los demás, hacer obras de caridad, tratar de sanar a otros, consolar a los afligidos, llevar al médico a quienes no tienen con qué pagarlo, regalar medicinas, etc., y así cancelarían su Karma y sanarían totalmente.

Quienes sufren en sus hogares deberían multiplicar su humildad, su paciencia y serenidad. No contestar con malas palabras; no tiranizar al prójimo, no fastidiar a los que nos rodean, saber dispensar los defectos ajenos con una paciencia multiplicada hasta el infinito, así cancelarían su Karma y se volverían mejor.

Desgraciadamente, ese Ego que cada cual tiene dentro, hace exactamente lo contrario de lo que aquí estamos diciendo, por tal motivo considero urgente, inaplazable, impostergable, reducir al mí mismo a polvareda cósmica.

Cuando tal o cual Karma se encuentra ya totalmente desarrollado y desenvuelto, tiene que llegar hasta el final inevitablemente. Esto significa que sólo es posible modificar radicalmente el Karma cuando el arrepentimiento es total y cuando toda posibilidad de repetir el error que lo produjo, ha desaparecido radicalmente.

Karmaduro llegando a su final es siempre catastrófico. No todo el Karma es negociable.

Es bueno saber también que cuando hemos eliminado radicalmente al "yo psicológico", la posibilidad de delinquir queda aniquilada y en consecuencia, el Karma puede ser perdonado.



Leyes del Karma y del Darma vistos en forma más práctica

La Ley del Karma es una Ley Universal, cobrada por la Justicia Objetiva. A la Ley del Karma se le conoce con los siguientes términos:
1- Ley de Recurrencia (todo vuelve a ocurrir, con sus consecuencias).
2- Ley del Talión (ojo por ojo y diente por diente).
3- Ley de Causa y Efecto (no existe causa sin efecto ni efecto sin causa).
4- Ley de Igualdad (de lo que se da se recibe).

Cuando reflexionamos en algo aprendemos de ello. Cuando hacemos ciertas cosas no lo vemos tan mal como cuando nos las hacen. Por eso decimos que la Ley del Karma es el fundamento de esta escuela y de todo el aprendizaje. Reflexionar en lo que se nos devuelve por nuestras acciones hará que comprendamos finalmente.


¿Qué es karma?

El Karma es lo que debemos o tenemos que pagar por las malas obras que hacemos cuando dejamos actuar a los yoes en lugar de la Conciencia. Para pagar el Karma se nos da tiempo, pero no hay deuda que no se pague, ni plazo que no se cumpla.

Debemos el Karma de siete existencias, y el día que nos queramos Auto-realizar tenemos que pagarlo de contado en una sola existencia.


¿Qué es Dharma?

El Dharma es el dinero cósmico que recibimos por cada obra buena o consciente que hacemos. Este dinero cósmico lo recibimos en un pequeño tarro, que se encuentra en el Tribunal del Karma, en donde todos los Seres nos pagan inmediatamente las obras conscientes que hacemos. Todo ese dinero cósmico es trasladado diariamente al Banco del Dharma. A diferencia del Karma, podemos almacenar Dharma de muchísimas existencias, y por la falta de Conciencia no saberlo utilizar.


¿Qué es el tribunal del Karma?

El Tribunal de la Justicia Objetiva está formado por muchos lugares en donde se procesa la
Ley Divina. En cada nivel de conciencia encontramos diferentes Tribunales, por ejemplo:

En el mundo de las 48 Leyes encontramos a Anubis y sus 42 Jueces, quienes manejan las
48 leyes del mundo físico, representadas en cada una de las células del cuerpo humano en los cuarenta y ocho (48) cromosomas.

En cada uno de los centros de la máquina humana encontramos Tribunales de Justicia que manejan las leyes de cada dimensión.

En el centro sexual, por ejemplo, encontramos el Gran Tribunal. En él podemos ver cómo cada uno de nuestros yoes es eliminado, y cómo se negocia la liberación de la conciencia de cada uno de ellos, y los compromisos que cada una de nuestras chispas adquiere. Podemos también ver la capacidad de compromiso de cada Ser.

¿Qué produce Karma?

Producen Karma las obras, las palabras y las omisiones. Pero debemos observar que nuestros pensamientos y sentimientos son el origen de nuestras obras y palabras.


Clases de Karma:

- Karma Individual: El de cada una de las personas
- Karma Familiar: El de una familia (reúnen personas con cuentas entre sí)
- Karma Colectivo: El de personas afectadas por una misma deuda (accidentes, atentados)
- Karma Regional: El de una región geográfica determinada (sequías, endemias, etc.)
- Karma Nacional: El de cualquiera de los países (guerras civiles, dictaduras, etc.)
- Karma Continental: El de los continentes (África, América, etc.)
- Karma Mundial: El de toda la Humanidad (una guerra mundial, una epidemia mundial)
- Karma Planetario El de un Planeta (transformaciones ambientales, colisión de cometas, etc.)
- Karma Saya: Ligues astrales entre hombres y mujeres por los coitos realizados
- Karma Yoga: Pérdida de la pareja cuando más se necesita (causada por el
Karma Saya)
- Karma Duro: Deuda por los delitos contra el Espíritu Santo (dolores y enfermedades)
- Karma Katancia: Es el Karma de los Dioses por sus errores

Formas de pagar el karma:

Hay cinco formas de pagar el Karma para las personas que tienen el Conocimiento Objetivo:
1 Con Dharma o Dinero Cósmico (el que tenemos y el que juntamos).
2 Con Dolor Negociable (no lo negocio pudiéndolo haber negociado).
3 Con Dolor No Negociable (delitos contra el Espíritu Santo que no se pueden negociar).
4 Con Caridad (al León de la Ley se le domina con la Caridad, ayudando a los demás).
5 Con Negocios Objetivos con la Ley (comprometiéndonos).

PRACTICA DE TRASLADO DE FONDOS.


Se le pide al Padre que sea Él quien traslade fondos del Banco del Dharma al Banco del Karma.

1- Parado con los pies juntos, se levantan los brazos horizontalmente formando cruz con el tronco. Las palmas de las manos hacia arriba.

2- El brazo derecho sube a 45 grados, al mismo tiempo el brazo izquierdo baja a 45 grados.

3- Luego el brazo izquierdo sube y el derecho baja a 45 grados. A lo largo de todo este proceso se pronuncia el mantram NI alargado.

4- Finalmente, mientras todavía se sigue mantralizando, los brazos deben terminar horizontalmente.

● Luego se toma aire y se mantraliza ordenadamente, con el mismo tipo de movimiento, NE, luego NO, luego NU y finalmente NA.
● Este procedimiento se repite ocho (8) veces más.
● Para finalizar se cruzan los brazos sobre el pecho, derecho sobre izquierdo, y se mantraliza TORN alargando cada letra.

Cada mantram se pronuncia concentrado en los siguientes puntos:

NI: en el entrecejo
NE: en la laringe
NO: en el corazón
NU: en el ombligo
NA: entre la pelvis y el ombligo


PRÁCTICA DE NEGOCIOS CON LA LEY.

1- Se acuesta el practicante en el piso con los brazos abiertos en cruz, los pies unidos. En esta posición se pide al Padre así: 

"Padre mío, Señor mío, Dios mío. Te ruego si es Tu Voluntad te dirijas al Templo Corazón de la Justicia Divina. Una vez allí, negocia con Anubis y sus 42 Jueces para que........" (plantear el negocio). Ejemplo: "que me den fuerza para el trabajo del Nacimiento Místico, la Muerte Psicológica y el Sacrificio por la Humanidad‖, o el negocio que sea."

2- Luego levantamos el tronco, quedando sentados, manteniendo los pies juntos y los brazos abiertos en cruz, y repetimos la oración nuevamente.

3, 4, 5 y 6- De esta forma bajamos y subimos sucesivamente hasta completar seis (6) veces.

● Al final le damos las gracias al Padre y le decimos que nos deje recordar el resultado de la negociación.
Nota: uno puede proponer cómo pagar y en todo caso debe cumplir. Estas dos prácticas deben hacerse todos los días


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